Hoy en nuestra sección de entrevistas, hablamos con Octavi Mestre, un reputado arquitecto y docente, profesor en muchas Escuelas internacionales de Europa y América, co-director de la revista t18magazine y director de un prestigioso despacho de arquitectura , en el que OTP Enginyeria hemos colaborado en diversos proyectos como el del edificio de Colonial en la Travessera de Gràcia.

¿Que te motivó a entrar en el mundo de la arquitectura?
Lo importante no es tanto como entras sino como sales, no como comienzas sino la forma de terminar. Dicen que los hombres quieren ser el primer amor de una mujer y ellas, siempre más inteligentes, desean ser el último.

Octavi Mestre
¿Como nació mi interés por la arquitectura? De pequeño dibujaba bien y tenía una cierta facilidad para las matemáticas y mis padres consideraban que, necesariamente, estas cualidades debían desembocar en ser arquitecto.

De hecho, de los 15 a los 17 años, quise ser biólogo, después físico, luego me decanté por la filosofía y la medicina, llegado el momento, empecé, al mismo tiempo, las carreras de medicina y arquitectura. Bien entrada la carrera, aunque no sabía si la acabaría, pero una asignatura sobre historia de la arquitectura contemporánea, en tercer curso, me encaminó hacia mi vocación auténtica.

¿Que ha cambiado en el sector desde que empezaste?
Han cambiado muchas cosas, ya no dibujamos con Rotring sino por ordenador, ahora que se habla de la oficina sin papeles es cuando hay mucho más papeleo, mucha más gestión, muchos más agentes implicados en este proceso siempre difícil y coral que es construir . En 30 años ha cambiado la manera de tramitar licencias, hay mucha más seguridad en las obras. Ahora sabemos que la tierra no se infinita y que tenemos que cuidar el planeta y la sostenibilidad pasa a ser un factor importante.

En unas cosas hemos mejorado y en otras hemos ido francamente a peor. Otros son simplemente consecuencia de los nuevos parámetros y requerimientos a los que debemos hacer frente. El progreso, en términos absolutos no existe, a veces lo que ganamos por un lado, el perdemos por otra.

¿Cuéntanos un poco sobre tu proyecto más ambicioso.
Me consta hablar del proyecto más ambicioso, porque la ambición siempre es y ha sido la misma, responder a las necesidades del cliente cuidando de las sugerencias del lugar y de hacer el máximo con los mínimos elementos.

De todos modos, sería faltar a la verdad decir que no hay proyectos más importantes que otras. En nuestro caso haber ganado el concurso para remodelar el Centro Comercial de la Illa Diagonal nos ha permitido una trayectoria en el mundo del Retail que, junto con todas las obras realizadas en otros países, Reino Unido, Francia o Suiza, con las últimas obras por el CERN nos han permite surfear la crisis, con una cierta dignidad.

Pero, tal vez, si tengo que destacar un único proyecto, sería, por razones emocionales, mi propia casa en Tamariu.

Revista Octavi Mestre

¿En la opinión de un arquitecto, qué importancia tienen las instalaciones, en la edificación actual?
A menudo los arquitectos vemos los edificios como la piel, y las ingenierías como sus tripas.

Lo importante es que las tripas hagan su trabajo y que no hagan demasiado ruido.
De todos modos, con la complejidad creciente del mundo, las instalaciones acaban siendo fundamentales en un edificio, porque cada día exigimos más prestaciones a nuestros edificios.

Un edificio te puede gustar o no, pero siempre debe funcionar correctamente. Y para que funcione correctamente, las instalaciones son una pieza clave.

¿Como valoras la colaboración de OTP Enginyeria?
La rapidez y operatividad d’OTP han resultado, en todo momento, tan tranquilizadores que puedo decir que la colaboración  ha sido un éxito rotundo.
Las empresas son, las personas que las componen y desde aquí quiero agradecer, en especial, la figura de Héctor Fernández. Sus conocimientos en la materia y su talante, afable, siempre dispuesto, conversador brillante en las distancias cortas, han sido fundamentales en todas las aventuras que hemos hecho conjuntamente.